Invertir en aislamiento es una decisión inteligente que ofrece beneficios a nivel tanto térmico como acústico, de manera que vamos a aprender más sobre el aislamiento, las diferentes alternativas como es el caso de los aislamientos ecológicos, y por supuesto estudiaremos todas las ventajas de aislar una vivienda correctamente.
Qué es el aislamiento de una vivienda
El aislamiento de una vivienda es el proceso a través del cual, se utilizan diferentes sistemas que tienen como cometido el reducir el contacto de los elementos de la propia vivienda con el exterior, ofreciendo una mayor resistencia al paso del frío, del calor y del sonido en ambas direcciones.
De esta manera, al aislar una vivienda, evitamos no sólo que entren los ruidos exteriores, el calor o el frío, sino que también impedimos que los ruidos interiores salgan, así como mantenemos la temperatura interior más estable.
Formas de aislamiento para las viviendas
Existen dos formas de aislamiento que deben ser tenidas en cuenta al construir una vivienda, las cuales son:
- Aislamiento térmico: se trata del tipo de aislamiento que está dirigido a impedir la entrada y salida de calor a la vivienda (y por ende, de frío).
- Aislamiento acústico: es el aislamiento que tiene como cometido el reducir la entrada y salida de ruido.
Tipos de aislamiento de viviendas
Principalmente, los aislamientos de dividen en tres grandes grupos:
- Celulares: son materiales que están conformados por una estructura que contiene celdas, las cuales pueden ser abiertas o cerradas. Tienen baja densidad y ofrecen una gran resistencia a la compresión, y pueden presentarse en tres alternativas de instalación que son paneles flexibles, paneles rígidos y proyectado. Algunos ejemplos de estos materiales son el poliestireno expandido, el poliestireno extruido, el polietileno expandido y el poliuretano.
- Granulares: son materiales conformados por pequeñas partículas que han sido fabricadas con materiales inorgánicos como la vermiculita, perlita expandida, silicatos de hierro o silicatos de magnesio.
- Fibrosos: son materiales conformados por filamentos de elevada porosidad, los cuales adquieren la forma de una manta y permiten aislamientos a diferentes temperaturas en función de las necesidades en cada caso. El más utilizado en la construcción de viviendas es el de lana mineral como es el caso de la lana de roca, el cual permite aislar hasta los 70 ºC, los de fibra de vidrio que están pensados para temperaturas de hasta 200 ºC, y los de fibra de alúmina o de sílice que alcanzan los 700 ºC y pueden llegar hasta los 1700 ºC.
Es importante destacar que, cada uno de estos grupos, contempla diferentes alternativas de aislamiento.
La importancia del aislamiento de la vivienda para la obtención del certificado energético
El certificado energético es un documento de carácter oficial de obligada obtención para la realización de cualquier tipo de transacción inmobiliaria ya sea alquiler o compra, para todos los edificios de nueva construcción, para inmuebles de más de 250 m2 de la Administración Pública, inmuebles reformados o ampliados, edificios que tengan que realizar la Inspección Técnica del Edificio y otros inmuebles de más de 500 m2 de usos específicos.
Este certificado deberá ser redactado por un técnico competente y habilitado, de manera que refleje toda la información que sea precisa y que permita conocer las características de desempeño energético de una vivienda específica.
De forma básica, este documento tiene que contemplar, evaluar y calificar cada uno de los elementos que forman parte de las características energéticas de la vivienda, como son:
- Calefacción.
- Refrigeración.
- Calentamiento de agua.
- Electrodomésticos.
- Instalación eléctrica.
- Instalación de gas.
- Tipos de fuentes de energía.
- Otras instalaciones relacionadas con el consumo energético.
De esta manera, se puede observar la relación entre la vivienda, el consumo energético y las emisiones de CO2, tras lo cual se emite un certificado junto a una representación gráfica de la etiqueta de eficiencia energética obtenida, la cual será similar a la siguiente:
En dicha etiqueta encontramos un total de seis apartados que incluyen:
- Datos del edificio: en este apartado se incluyen todos los datos identificativos del edificio que se ha valorado, incluyendo la Normativa vigente en el momento de su realización, la referencia catastral, el tipo de edificio (residencial o terciario) y la dirección física.
- Código BIDI: se encontrará ubicado en la parte superior derecha, y básicamente es un código impreso que redirige al Registro Público en el que está registrado el certificado energético perteneciente a la etiqueta (en la imagen anterior no aparece este código).
- Escala de Calificación Energética: se trata de una escala de colores con una serie de letras que van desde la A hasta la G, las cuales son las que permiten mostrar, de manera visual, la calificación energética para los dos indicadores de consumo y emisiones. Cada letra tiene un color, siendo la A la calificación más eficiente, y la G la menos eficiente.
- Indicadores de la calificación: son dos indicadores de tipo numérico, uno de ellos para indicar la cantidad de kWh/m2 de energía primaria no renovable que se consume, y el segundo para indicar la cantidad de CO2/m2.
- Registro: número de registro del certificado, el cual lo convierte en documento oficial y permite su comprobación para evitar manipulaciones.
- Caducidad: tanto el certificado energético de la vivienda como la etiqueta de calificación energética, tienen una validez de 10 años, aunque se espera que próximamente se reduzca a 7 años.
Tal y como se puede observar, cuanto más aislada esté una vivienda, menores serán los indicadores numéricos, por lo que se podrá subir en la Escala de Calificación Energética.
Ventajas de aislar una vivienda
Ahora vamos a preceder a analizar cuáles son las principales ventajas de aislar una vivienda a nivel térmico y acústico:
Reduce el consumo de energía
La primera ventaja de aislar una vivienda que destacamos es el hecho de que, al mejorar el aislamiento térmico de la vivienda, evitamos que el calor (y por tanto el frío) entre o salga.
Esto se traduce en una menor dependencia del uso de sistemas de climatización como son las estufas, aparatos de aire acondicionado, bomba de calor, aerotermia, etc.
A su vez, esto redunda en una sustancial reducción en el consumo energético (electricidad o gas) que, atendiendo al tipo de aislamiento utilizado, puede representar entre el 30% y el 70%, lo que beneficia a nivel económico, ecológico y permite mejorar la calificación energética.
Minimiza las emisiones de CO2
Al consumir menos energía en la climatización de la vivienda, a su vez también se consiguen reducir las emisiones de CO2 de manera sustancial, lo que significa un funcionamiento más sostenible y menos contaminante.
Hay que tener en cuenta que el volumen de CO2 que se reduce puede variar de manera considerable entre viviendas, ya que depende de los sistemas de climatización que se utilizan así como del nivel de aislamiento logrado.
Este factor también ayuda a conseguir una mejor calificación en el certificado energético.
Ajusta los niveles de humedad
Hay zonas como el baño, la cocina o el garaje, que tienen una mayor tendencia a acumular humedad, algo que ocurre también en estancias muy frías.
Al mejorar el aislamiento, conseguimos reducir la entrada de humedad del exterior, así como su acumulación en el interior, lo que redunda en espacios mucho más saludables.
Mejora el confort
El confort mejora tanto a nivel térmico como acústico:
- Mejoras a nivel térmico del aislamiento: la temperatura se mantiene más estable a lo largo de todo el día, reduce la humedad y evita la entrada de calor o frío a la vivienda.
- Mejoras a nivel acústico del aislamiento: reducimos el volumen de ruido que entra del exterior, así como también el volumen de ruido que sale de la vivienda al exterior, mejorando la privacidad.
Evita que entren ruidos del exterior
El aislamiento acústico tiene como principal objetivo el de reducir los niveles de ruido que entran a la vivienda desde el exterior, algo especialmente importante para aquellas construcciones que se encuentran ubicadas en grandes ciudades, poblaciones o núcleos con niveles elevados de ruido.
Previene que los ruidos del interior salgan al exterior
Un buen aislamiento acústico también ayuda a evitar que los ruidos del interior del hogar salgan al exterior.
Otra de las ventajas de aislar una vivienda es que mejora la privacidad
Comentábamos en el apartado anterior que una de las ventajas de aislar una vivienda es que evitamos que los ruidos del interior de la misma salgan al exterior.
Esto se traduce en una mayor privacidad en el hogar, ya que se reducirá el riesgo de que desde el exterior se escuchen nuestras conversaciones o las actividades que estamos realizando.
Impide los cambios bruscos de temperatura
Otra ventaja es que nos va a ayudar a evitar los cambios bruscos de temperatura.
Muy especialmente en el verano y el invierno, es normal que en el exterior de la vivienda se produzcan cambios de temperatura y humedad que puedan ser bruscos.
Por ejemplo, una temperatura muy elevada durante el día, y fresco por la noche, o incluso la llegada de heladas, nieve, lluvia y otros fenómenos que puedan hacer variar la temperatura rápidamente.
Al tener un buen aislamiento, estas variaciones no se traducen de manera instantánea al interior de la vivienda, ya que los cambios irán siendo graduales, por lo que por una parte se evita el cambio brusco, y por otra, se puede regular la temperatura mucho más rápidamente, con mayor facilidad y con un menor consumo de energía.
Reduce la factura mensual y los impuestos
Al consumir menos electricidad y gas, también reducimos el importe de estas facturas cada mes.
También pagarás menos impuestos
Los impuestos que pagamos en las facturas son un porcentaje de las mismas, lo que quiere decir que, al reducir el gasto, reduce el importe y por tanto, también pagaremos menos impuestos.
Evita la proliferación de enfermedades
Comentábamos antes que una de las ventajas de aislar una vivienda es el hecho de que reducimos los niveles de humedad, lo que a su vez se traduce en un entorno libre de moho y microorganismos, lo que nos beneficia a nivel de salud.
También conseguiremos una temperatura más estable, evitando los cambios bruscos que pueden ser perjudiciales.
Aumenta el valor de la vivienda
Una vivienda bien aislada tendrá un mayor valor en el mercado, muy especialmente si se trata de zonas con temperaturas muy elevadas o muy bajas en determinados momentos del año.
Permanece en perfectas condiciones toda la vida útil del edificio
El aislamiento térmico y acústico cuenta con la ventaja de mantenerse en perfectas condiciones a lo largo de toda la vida útil del edificio.
Esto significa que no sólo no hay que realizar mantenimiento alguno, sino que además, no se deteriora ni se tiene que sustituir con el tiempo.
Mejora la calidad de vida, otra ventaja de aislar una vivienda
La calidad de vida dentro de la vivienda mejora de manera sustancial, ofreciendo un espacio con temperatura y humedad más estable, libre de moho y microorganismos, con un menor gasto económico, un entorno más limpio y libre de emisiones contaminantes, menos riesgos de enfermedades, mayor privacidad, entorno más tranquilo y silencioso y siempre con unos mejores niveles de confort.
Reduce el impacto medioambiental, haciendo nuestra vivienda más sostenible
Consumir menos energía también reduce la generación de CO2 y otros gases contaminantes, con lo cual, nuestra vivienda funcionará de manera más sostenible, con un menor impacto medioambiental.
Posibilidad de acceder a ayudas para la mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad de las viviendas
Vamos a terminar con una buena noticia, y es que cada año, el Gobierno publica nuevas ayudas para la mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad de las viviendas.
Esto significa que los propietarios de viviendas unifamiliares, comunidades de propietarios, sociedades cooperativas y empresas pueden obtener ayudas que variarán en función de cada caso y con estas limitaciones:
- Límite general del 40% de la inversión.
- Hasta el 75% de la inversión en caso de ingresos inferiores a 3IPREM.
- Hasta 12.000€ como carácter general.
- Hasta 18.000€ para personas con discapacidad.
- Hasta 24.000€ para personas con determinado grado de discapacidad.
- Incremento por BIC: 1.000€.
- Incremento para menores de 35 años: 25% en municipios con menos de 5.000 habitantes.
- Hasta 8.000€/vivienda y 80€/m2 de local.
- Hasta 12.000€/vivienda para personas con discapacidad.
- Hasta 16.000€/ vivienda para personas con grado más severo de discapacidad.
- Incremento por BIC: 1.000€/vivienda y 10€/m2 de local.
- Incremento para menores de 35 años: 25% en municipios con menos de 5.000 habitantes.