La importancia de las especies autóctonas para fomentar la biodiversidad en el jardín

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Vamos a hablar acerca de la importancia que tienen las especies autóctonas a la hora de fomentar la biodiversidad , para lo cual vamos a prestar especial atención a las especies autóctonas para el jardín, ya que es el lugar a través del cual tendremos mayor facilidad para poner nuestro grano de arena y así contribuir a una reforestación efectiva.

La importancia de las especies autóctonas para fomentar la biodiversidad en el jardín

Qué son las especies autóctonas

Las especies autóctonas, también conocidas como especies nativas o especies indígenas, son las especies o variedades tanto de flora como de fauna que forman parte del entorno de forma natural.

Es decir, no han sido introducidos de forma artificial, sino que forman una parte esencial dentro del equilibrio medioambiental del lugar en el que nos encontramos.

Desde la adelfa al Sorbus doméstica, pasando por el romero y el rododendro, son muchas las variedades autóctonas de la flora española, la cual caracteriza y aporta una gran variedad a las muy diferentes zonas que podemos encontrar a lo largo de toda su geografía.

Diferencias entre especies autóctonas y especies endémicas

Hay una duda generalizada en relación con el significado y diferencias entre especies autóctonas y endémicas.

Esta diferencia estriba en que mientras en ambos casos se trata de especies autóctonas, es decir, son nativas de la ubicación en la que nos encontramos, en el caso de las especies endémicas, se trata de variedades únicas en el mundo, es decir, que de forma natural, tan sólo se encuentran en un lugar geográfico específico.

La importancia de las especies autóctonas para fomentar la biodiversidad en el jardín

Por qué es importante utilizar especies nativas en el jardín

Hay que tener en cuenta que las especies autóctonas forman parte del medio natural, y están presentes como resultado de un desarrollo y evolución que les ha permitido adaptarse al medio en el que se encuentran ubicadas.

De esta manera, están plenamente adaptadas, sacando partido a los recursos del entorno y actuando como parte de una cadena imprescindible que es la que permite el sostenimiento del medio.

Principales ventajas de utilizar especies autóctonas en el jardín

Si optamos por utilizar especies indígenas en el jardín, vamos a poder disfrutar de grandes ventajas como son:

  • Agua: estas plantas están adaptadas al medio, por lo que aprovechan el agua existente de forma muy eficiente, sin la necesidad de riego.
  • Belleza: cabe destacar que en la Península Ibérica tenemos la suerte de disfrutar de una fantástica biodiversidad, con especies de gran belleza.
  • Clima: están adaptadas al clima, por lo que resisten perfectamente al viento, lluvias, sequía, altas y bajas temperaturas, nieve, heladas, etc.
  • Cultura: desde la perspectiva cultural, muchas especies nativas son utilizadas como plantas aromáticas, medicinales, forestales, culinarias, etc.
  • Ecología: son necesarias para fomentar la interacción de la flora y la fauna dentro del medio en el que se encuentran, manteniendo el ecosistema.
  • Enfermedades: son resistentes a las enfermedades de la zona.
  • Plagas: han desarrollado la capacidad de hacer frente a las plagas, evitando que les afecten negativamente.
  • Suelo: obtienen todos los nutrientes que necesitan del suelo, adaptándose a su riqueza y sin la necesidad de utilizar sustratos o abonos diferentes.

Si quieres aprender más acerca de la biodiversidad y las especies autóctonas en jardinería, te recomendamos que eches un vistazo a la web https://repoblacionautoctona.com/, donde tienen un montón de información interesante sobre la flora autóctona de España.

Otras recomendaciones para fomentar la biodiversidad en el jardín

Tal y como podemos observar, al optar por reforestar el jardín con flora autóctona, estamos contribuyendo de forma positiva al sostenimiento del medio, pero lo cierto es que también hay otras cosas a las que debemos prestar atención y que nos ayudarán a mejorar el ecosistema que son las siguientes:

  • Alimento: muy especialmente en los meses de invierno, el alimento comienza a escasear de forma natural, por lo que puede ser interesante aportar pequeñas cantidades de comida para las aves y murciélagos.
  • Charcas artificiales: la creación de una pequeña charca artificial, mejorará el desarrollo de forma muy eficiente.
  • Pavimentos y suelos: debemos evitar la instalación de pavimentos o suelos artificiales, limitándolos al mínimo necesario.
  • Plantas exóticas: existen plantas exóticas invasoras o plantas alóctonas invasoras que pueden dañar seriamente el ecosistema.
  • Sostenimiento: las prácticas que ayuden a fomentar la sostenibilidad, siempre serán más recomendables. En este sentido, la idea sería optar por la jardinería ecológica, evitando la utilización de productos químicos y, en caso necesario, recurrir a alternativas naturales como por ejemplo la instalación de una compostera para fabricar nuestro propio abono.
  • Troncos y ramas: los troncos y ramas que no estés utilizando, puedes apilarlos de manera que servirán de refugio a erizos, hongos, insectos, ranas y otros.
  • Variedad: la variedad, siempre dentro de la fauna autóctona, nos ayudará a conseguir reforzar el entorno, creando espacios ideales tanto para la propia flora como para el desarrollo de la fauna.

A través de un estudio de las especies autóctonas de nuestra zona, vamos a conseguir no sólo disfrutar de una belleza natural y sostenible, sino que a su vez, fomentaremos la biodiversidad y lograremos un desarrollo medioambiental sin alteraciones.

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