Vamos a enumerar todos los trucos para ahorrar con tu impresora, de manera que no sólo vas a poder reducir el gasto mensual desde la perspectiva económica, sino que también tendrás un gesto fantástico con el medioambiente, consiguiendo de este modo reducir tu huella al mínimo posible.
Los gastos que supone una impresora
Es esencial que entendamos que aunque hablamos de impresoras, en realidad nos referimos a cualquier aparato que imprima, ya sea la impresora, un plotter, fotocopiadora o fax.
Dicho esto, tenemos que ser conscientes de que todos estos aparatos tienen tres consumos principales que son:
- Electricidad.
- Cartucho o tóner.
- Papel.
Esto nos permite enfocar mejor el asunto y estudiar de forma más minuciosa los distintos trucos para ahorrar con una impresora.
Consejos para ahorrar con una impresora
Y aquí os dejamos los trucos que hemos recopilado para que podáis ahorrar con vuestra impresora:
Antes de imprimir, comprueba bien el texto para evitar tener que reimprimir
Este es un consejo bastante lógico, pero a menudo pasamos de largo.
Seguramente en más de una ocasión te has encontrado con un error en un documento después de imprimirlo.
Para evitarlo, lo más recomendable es realizar una revisión previa antes de la impresión.
Elige una fuente que gaste menos tinta
Hay fuentes que gastan más tintas que otras, y pueden ser perfectamente útiles en nuestro caso.
Esto se debe a que utilizan trazos más finos, por lo que puede ser una opción interesante.
Os dejamos algunas de las fuentes más económicas y que menos tinta van a gastar:
- Century Gothic: consume menos tinta, aunque hay que tener en cuenta que es más ancha con respecto a las que vamos a mostrar a continuación, por lo que consume un poco más de papel.
- Courier: es una tipografía que está disponible en todos los equipos, y que debido a sus trazos finos, consume muy poca tinta.
- Ecofont: se trata de una fuente diseñada con pequeños agujeros que reduce el gasto en tinta, pero se lee a la perfección. Permite un ahorro de hasta el 50 %.
- Ryman Eco: esta fuente está formada por líneas finas y ayuda a ahorrar hasta un 33 %.
Recordad que, además de utilizar una fuente adecuada, evitando los subrayados y las negritas, también reduciremos el gasto en tinta.
Modificar el tamaño de la fuente te permite ahorrar con tu impresora
Otro gesto evidente que nos puede ayudar a ahorrar es disminuyendo el tamaño de la fuente.
De esta forma, conseguiremos meter más texto en menos papel, además de que también gastaremos menos tinta para cada palabra.
Eso sí, si combinamos la reducción con una fuente más fina, hay algunas que pueden ser difíciles de leer.
Por ello es bueno que busquemos una buena combinación para que utilicemos menos tinta en la impresión pero sea perfectamente legible.
Imprime por las dos caras
Ni que decir tiene que aprovechar el papel por ambas caras supone un importante ahorro.
Es por ello que es interesante comprobar que la impresora cuenta con esta posibilidad antes de comprarla o hacerlo de forma manual.
No imprimas en color si no es necesario
Las tintas de color son más caras que la negra, por lo que cuando se trate de un borrador o un documento en el que el color no sea importante, mejor imprimimos en monocromo, y ahorraremos un buen dinero y tinta.
Recuerda que aunque el documento sea monocromo, si dejamos la impresión en color, generalmente habrá matices con los que la impresora gastará algo de tinta a color.
Por esa razón también es una buena idea tener una impresora monocromo para estos trabajos, y otra a color para el resto.
Elimina lo innecesario antes de imprimir
Cuando imprimimos algo, muchas veces no nos interesa el documento completo, sino que queremos sacar a papel tan sólo una parte.
En este sentido, lo mejor que podemos hacer es imprimir seleccionando el texto y los gráficos en los que estamos interesados, evitando que la tinta se malgaste en el resto.
De hecho, hay herramientas que nos pueden ayudar en este sentido, como por ejemplo Print What You Like, la cuál ha sido desarrollada para imprimir contenido de páginas web eliminando todo lo innecesario.
Otra alternativa es Print Friendly, la cual también funciona muy bien y os animamos a probar.
Utiliza programas de ahorro de tinta
También hay programas especialmente diseñados para ayudarnos a ahorrar tinta en nuestras impresiones.
Un ejemplo es InkSaver, el cual lo que hace es ofrecernos un entorno a través del cual configurar la impresión.
Básicamente lo que hace es reducir la intensidad de tinta utilizada, lo cual hace que cada impresión requiera una menor cantidad.
Podemos establecer un porcentaje de ahorro, además de que incluye algunas configuraciones interesantes e incluso un apartado que nos permite calcular la cantidad de dinero que vamos a ahorrar.
Elige una calidad acorde a tu necesidad
Cuando instalamos una impresora, automáticamente disponemos de un apartado a través del cual podemos modificar la calidad de la impresión.
Recuerda que hay distintas opciones que nos van a permitir ahorrar en la impresión:
- Calidad de la impresión: cuanto menor sea la calidad, más ahorraremos, por lo que elegiremos “Baja” o “Borrador”.
- Resolución: cuanto menor sea la resolución, menos tinta gastaremos.
- Monocromo o color: si no necesitamos color en la impresión, elegiremos el modo monocromo o en blanco y negro.
- Activar ahorro: y si nos permite activar el modo de ahorro o modo “eco”, mejor que mejor.
- Páginas por impresión: también nos permitirá meter más de una página por cada impresión (generalmente hasta 16 en un folio).
- Tipo de imagen: si lo que vamos a imprimir tiene imágenes, la opción “Normal” es más económica que “Fotos” o “Gráficos”.
Opta por las impresoras recargables en lugar de las de recambios
En la actualidad, la mayor parte de impresoras trabaja con recambios.
Esto significa que, una vez que se agota el tóner o el cartucho, tenemos que comprar uno nuevo que sustituirá al viejo.
Sin embargo, algunos fabricantes están optando por las impresoras recargables, las cuales, en lugar de cartuchos y tóneres, utilizan unos apartados que es donde iremos recargando la tinta.
Esto nos ayuda a ahorrar un montón de dinero, además de que evitaremos generar más residuos de lo necesario.
Asegúrate de que tienes todos los drivers instalados
Una impresora actualizada siempre funcionará mucho mejor.
Recuerda que los fabricantes van descubriendo errores en sus aparatos o nuevas configuraciones que nos permite optimizarlos y hacerlos más seguros.
Por ello, al igual que actualizamos nuestro sistema operativo, haremos también lo propio con la impresora.
Si tu impresora es un modelo viejo, optimizará peor la tinta
Con el paso de los años, todos los aparatos van perdiendo precisión.
Esto resta optimización, muy especialmente si los utilizamos con mucha frecuencia.
Además, también hay que tener en cuenta que las impresoras actuales consumen mucho menos que las viejas, por lo que es posible que pueda ser una buena idea plantearte la actualización de la tuya.
Opta por impresoras que aprovechen bien los consumibles
Hay algunas impresoras que pueden llegar a desperdiciar hasta incluso más del 10% del contenido del cartucho.
Esto es un derroche bárbaro en cuanto a tinta, plásticos y materiales.
Por esa razón, puede ser interesante informarnos de este aspecto antes de comprar un nuevo aparato.
No dejes la impresora en modo de espera o stand by
Aunque el consumo sea mínimo, cualquier aparato conectado al enchufe estará consumiendo, más todavía si está en modo de espera o stand by.
Por esa razón, lo ideal es desenchufar todo aquello que no estemos utilizando, y que evitemos este modo que a lo largo del año se lleva muchos vátios.
Asegúrate de que los cartuchos y tóneres son de calidad
A menudo optamos por los cartuchos reciclables y tóneres compatibles en lugar de los originales que vende el fabricante, ya que económicamente es un ahorro muy considerable.
Sin embargo, en esto no vale cualquier cosa, es decir, un tóner o cartucho de mala calidad, no sólo va a imprimir mal, sino que además va a derrochar más tinta de lo debido.
Por ello, tenemos que encontrar una opción que verdaderamente sea óptima.
Si tu impresora tiene modos de ahorro, actívalos
Las impresoras modernas cuentan con distintos sistemas de ahorro tanto para tinta como para electricidad.
Por ello, te recomendamos que los utilices, ya que aunque sea una reducción pequeña, muchos montoncitos van sumando.
Cuando te quede poca tinta, sacude un poco el cartucho o tóner
Cuando la impresora te avisa de que se ha agotado algún cartucho o tóner, antes de cambiarlo prueba a sacarlo, agítalo un poco e introdúcelo de nuevo.
Generalmente te va a permitir imprimir algunos folios adicionales (en algunos casos bastantes, por lo que vale la pena que lo probéis en la vuestra).
Limpia los cabezales y alinéalos para que la impresora funcione de forma óptima
Una impresora bien cuidada y con el mantenimiento que recomienda el fabricante, siempre funcionara mejor, además de que consumirá menos.
Y nunca imprimas lo que no sea necesario
No podemos finalizar el artículo sin mencionar que una de las formas más eficientes de ahorrar en la impresión es no imprimiendo cosas innecesarias.
Ese correo electrónico que tiene algunos datos que puedes transcribir a mano, ese documento que quieres pasar a tu equipo de trabajo y que les puedes enviar mediante correo electrónico, etc.
Si sigues todas estas recomendaciones, ten por seguro que vas a ahorrar un montón de dinero, además de que reducirás tu impacto en el medioambiente.
También te animamos a que compartas tus trucos para ahorrar con la impresora, y así entre todos tener una buena colección de recomendaciones para sacarles un buen partido.
Aprovechamos para recomendarte que eches un vistazo al artículo en el que te damos un montón de consejos para reciclar en la oficina, donde encontrarás algunos trucos muy eficientes.