Desde hace unos años la medicina natural ha formado parte de la lucha contra el estrés, la ansiedad y la depresión. Sin embargo, la llegada del aceite de CBD, Cannabidiol o CBD ha supuesto un cambio importante en este campo, hasta el punto de ser considerado un ansiolítico natural de tendencia, y aunque aún faltan investigaciones que respalden este hecho, lo cierto es que su popularidad parece no detenerse; para conocer más, ve a esta página. Las propiedades de este cannabinoide procedente del cannabis han sido ampliamente descritas durante los últimos años, e incluso sometidas a diferentes investigaciones para validar sus resultados, por lo que la medicina moderna ha empezado a sacar partido del CBD y lo ha incorporado a su lista de aliados para usarlo frente a diferentes patologías. No obstante, no es necesario padecer una enfermedad para usar CBD, y es que las bondades de este compuesto permiten incorporarlo a la vida diaria sin riesgo a padecer de adicción, pues no es una sustancia psicoactiva como ocurre con su familiar más cercano, el Tetrahidrocannabinol o THC.
Aplicación del aceite de CBD para relajarse
El mercado actual está a tope con diferentes productos a base de CBD, sin embargo es preciso recordar que las leyes establecen que para obtener el consentimiento legal, debe poseer un alto contenido de CBD y un nivel de THC que no supere el 0.2%.
Así pues, diferentes presentaciones surgen para facilitar el acceso a los beneficios del CBD, pero el extracto oleoso es uno de los más cotizados, y es que su presentación es una de las más discretas y prácticas.
Por lo tanto no se corre el riesgo de caer en boca de los detractores de la planta; además el aceite de CBD resulta ser una de las versiones más económicas, lo que facilita el acceso a la población.
Su aplicación resulta ser muy sencilla, pero antes de nada, es interesante contactar con un especialista en la materia para que fije la dosis dependiendo del caso, y posteriormente, solo será necesario colocar unas gotas bajo la lengua, y rápidamente el compuesto pasará al organismo interactuando con los neurotransmisores naturales del sistema endocannabinoide, regulando la respuesta del mismo ante el detonante del estrés, lo cual propicia un estado de calma pero sin afectar la memoria, el comportamiento o la toma de decisiones del individuo.
Otras funciones del CBD que ayudan a la relajación
La falta de sueño es otro de los malestares donde el CBD ha atacado con fuerza, y es que no es ningún secreto que el simple hecho de dormir mal durante varias horas por la noche, produce un desequilibrio a nivel físico y mental que genera una sensación de estrés y, por supuesto, afecta al desempeño de las actividades cotidianas.
En este caso, el aceite de CBD ha sido bien recibido gracias a sus buenos resultados, pero se aconseja que su uso o consumo sea continuo, es decir, no es cuestión de consumirlo tan solo un día para poder ver resultados significativos, pues hay que recordar que el CBD no es una droga que actúe inmediatamente, sino que precisa de un tiempo de adaptación para ofrecer buenos resultados.
Aclarado este punto, el CBD propicia el estado de relajación que se requiere para poder conciliar el sueño de forma saludable, sin fármacos o sedantes nocivos.
Un buen estado de ánimo también favorece la relajación, y en este caso, el aceite de CBD tiene mucho protagonismo.
La razón es sencilla, y es que su mecanismo de acción permite controlar los niveles de estrés y ansiedad del individuo, pero lo mejor de este caso es que el CBD es un compuesto 100% natural que no ocasiona una sedación inminente, ni el efecto “subidón” típico del THC, sino que simplemente la persona está relajada y con un sistema cognitivo completamente funcional, que le permite seguir desarrollando sus actividades, pero en este caso, con un buen estado de ánimo.
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