La sociedad cada vez está más preocupada por los efectos del elevado consumo de energía que realizamos, y esto ha dado lugar a la búsqueda de sistemas que permitan no sólo valorar nuestro consumo, sino también estudiar las posibilidades de ahorro existentes. Realizar una auditoría energética es la mejor forma de conocer todos estos detalles, de manera que en esta ocasión vamos a hablar de este proceso que se puede llevar a cabo de forma muy sencilla a través de una empresa autorizada.
Qué es una auditoría energética
Una auditoría energética es un proceso a través del cual se busca obtener información que permita valorar el consumo energético, ya sea de una empresa o de una edificación específica, además de que también tiene como objetivo estudiar las medidas que permitan reducirlo y todas las posibilidades de ahorro de manera personalizada.
Vamos a intentar aclarar todos los conceptos relacionados con realizar una auditoría energética, teniendo en cuenta quién puede hacerla, cuándo se debe realizar, los diferentes tipos que existen, los pasos que se llevarán a cabo y por supuesto también analizaremos los beneficios de las auditorías energéticas, y explicaremos la razón por la que es interesante realizarlas incluso aunque no estemos obligados a ello.
Quién se encarga de realizarla
Para que la auditoría energética sea válida y tenga carácter oficial, es imprescindible que sea realizada por una empresa o profesional autorizado como es el caso de Gen0.
El profesional que se encargue del proceso deberá ser un auditor energético autorizado, y para obtener esta titulación, deberá cumplir con una de las exigencias siguientes:
- Haber obtenido una titulación universitaria a través de la cual haya recibido conocimientos relacionados con el ámbito de la energía.
- Haber obtenido una titulación de Formación Profesional en materia de energía.
- Haber obtenido un certificado de profesionalidad que se encuentre incluido en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales.
- Haberle sido reconocida la competencia profesional en base a su experiencia laboral dentro del ámbito de la energía.
En esencia, la persona que se encargue de realizar una auditoría energética, deberá estar no sólo capacitada, sino que también tendrá que haber obtenido el reconocimiento para poder ejercer de manera profesional y con carácter oficial.
Cuándo hay que realizarla
Para saber cuándo es obligatorio realizar una auditoría energética nos tenemos que dirigir al Real Decreto 56/2016 donde observamos la obligatoriedad para los casos siguientes:
- Grandes empresas con más de 250 trabajadores.
- Grupos de sociedades con más de 250 trabajadores.
- Empresas cuyo volumen de negocio sea superior a 50 millones de euros, y que el balance general sea superior a 43 millones de euros.
- Centros de trabajo temporal.
- Empresas públicas.
- Universidades.
- Servicios que tengan fines lucrativos excluyendo a microempresas y PYMEs.
En estos casos, será obligatorio realizar una auditoría energética cada cuatro años, la cual deberá cubrir como mínimo el 85% de todo el consumo de energía.
También se puede realizar una auditoría energética de manera voluntaria para los siguientes:
- Pequeñas y medianas empresas con un consumo energético elevado.
- Comunidades de vecinos.
- Toda instalación que quiera conocer y ajustar el consumo energético.
En este caso no hay obligatoriedad de ningún tipo, es decir, no hay plazos ni es necesario realizar la auditoría energética, pero siempre que exista un consumo elevado o se quiera conocer la posibilidad de opciones reales para su reducción, es muy interesante llevarla a cabo, ya que hablamos de encontrar respuestas para mejorar la rentabilidad de cualquier negocio y reducir las facturas así como minimizar el impacto medioambiental.
Tipos de auditorías energéticas
Podemos destacar cuatro tipos de auditorías energéticas que son
- Nivel 0: se realiza el análisis energético preliminar. En este caso se procede a revisar los consumos de energía.
- Nivel I: se lleva a cabo el diagnóstico energético. Tiene como objetivo averiguar cuáles son las medidas de ahorro energético de nulo o bajo coste.
- Nivel II: se realiza una auditoría energética. Permite obtener un análisis detallado del uso de la energía, de manera que se pueden detectar las principales cargas y analizar cuáles son las medidas de ahorro más interesantes. A través de este proceso se obtiene un balance energético así como un listado de medidas de ahorro con los costos y los beneficios estimados.
- Nivel III: se lleva a cabo una auditoría energética ESE o grado de inversión. Está pensada para proyectos de ahorro compartidos así como para sustitución de equipos. Para ello se realiza un estudio con todos los detalles necesarios que indiquen cuáles son las mejoras que se pueden implantar, e incluye estudio financiero y presupuestario de los equipos e instalaciones.
Pasos para realizar una auditoría energética
Para llevar a cabo la auditoría energética, estos son los pasos que se realizan:
- Documentación: se recopila toda la documentación que sea necesaria.
- Visita: el o los profesionales visitarán el inmueble sobre el que se vaya a realizar la auditoría energética, valorando el estado de las instalaciones, los hábitos de los usuarios y haciendo un cálculo del gasto.
- Análisis: se procede a analizar el comportamiento energético, es decir, valorar el modo en que se gasta la energía y reflejarlo mediante gráficos y tarifas.
- Propuestas: se creará un listado de propuestas que permitan reducir el consumo energético.
- Viabilidad: en este paso se procede a analizar el coste de las mejoras que se deben introducir.
- Informe: finalmente, se facilita un informe donde se registran aspectos clave como son:
- Objetivos a alcanzar.
- Características relacionadas con la edificación.
- Cálculo de gastos.
- Medidas propuestas.
Beneficios de la auditoría energética
Ahora que ya conocemos las razones y los casos en los que debemos realizar una auditoría energética, es el momento de hacer una valoración de los muchos beneficios que supone llevarla a cabo:
- Permite detectar consumos de energía elevados e innecesarios.
- Favorece el ahorro al reducir el consumo energético.
- Permite que la empresa funcione de manera más sostenible, reduciendo su huella de CO2.
- Se detectan las posibles anomalías en las instalaciones, lo que favorece la optimización de los costes.
- Logra un aumento en la competitividad de la empresa o negocio.
- Ayuda a que la empresa descubra las soluciones más innovadoras que permiten reducir el consumo de energía.
- Es muy útil para que la empresa conozca mejor su funcionamiento.
Tal y como podemos observar, realizar una auditoría energética es muy interesante tanto o si es obligatorio como si no estamos obligados a ello, ya que no sólo ofrece una perspectiva más clara del funcionamiento de nuestro negocio, edificio, etc., sino que además, también ayuda a ahorrar dinero y a reducir la emisión de gases contaminantes.