La ranita amarilla venezolana, también conocida como ranita amarilla de la carbonera, sapito amarillo de la carbonera y denominada científicamente Atelopus carbonerensis, es una especie de sapo localizado en Venezuela que ha sido incluido en la categoría CR de la Lista Roja de al Animales en Peligro de Extinción confeccionada por la UICN. A continuación vamos a conocer algunas de sus características y sobre todo nos centraremos en las principales amenazas y situación en la que se encuentra.
Características de la ranita amarilla venezolana
La Atelopus carbonerensis o ranita amarilla venezolana es un tipo de sapo de color amarillo con diversas manchas marrones en distintas partes del cuerpo.
Presenta un importante dimorfismo sexual ya que las hembras alcanzan hasta los 5,4 cm mientras que los machos no exceden los 4,6 cm.
En cuanto a la alimentación consume tanto insectos como arácnidos, y se mantienen activas durante el día y sobre la tierra.
Hábitat de la ranita amarilla venezolana
La ranita amarilla venezolana es endémica de Venezuela, y por el momento tan sólo se han encontrado ejemplares en los Andes Venezolanos y más concretamente en La Carbonera, dentro del bosque de San Eusebio en Mérida.
Se encuentra a una altura a partir de 2330 m sobre el nivel del mar aunque también se puede encontrar a 2600 m.
Situación de la ranita amarilla venezolana
Pese a tener una estimación de vida de 10 años, la reproducción de la ranita amarilla venezolana es excesivamente lenta, lo que dificulta su conservación.
La merma de ejemplares ha sido más representativa en los últimos 30 años, ya que a principios de los años 70 se consideraba había una gran abundancia, mientras que a principio de los años 90 nuevos estudios dieron a entender que cada vez era más difícil encontrar ejemplares de esta especie.
La situación ha llegado hasta tal punto que el último avistamiento tuvo lugar en 1998 pese a que desde entonces se han realizado múltiples búsquedas y expediciones sin suerte.
Los peligros que acechan a la ranita amarilla venezolana
En cuanto a las amenazas y la razón de su casi desaparición se asocia a una enfermedad derivada de un hongo así como a las alteraciones del clima. Sin embargo la deforestación así como la introducción de la ganadería y agricultura en su hábitat e incluso la entrada de especies foráneas como la rana toro o el salmón también suponen un importante riesgo para su conservación.
Otro riesgo que se baraja es la contaminación de las aguas donde habita debido a químicos de uso agrícola contaminantes que eran utilizados en el pasado, a la vez que tras su reducción, el comercio ilegal en busca de la venta a coleccionistas también ha influido muy negativamente.
Labores de conservación de la ranita amarilla venezolana
Debido a su situación ha sido catalogada dentro de la categoría CR, siendo considerada un animal en peligro crítico de extinción.
Por ello en la actualidad se llevan a cabo estudios con el objetivo de averiguar cuáles son las causas que más influyen en la desaparición de ejemplares, ya que es la única forma de proceder a encontrar soluciones viables. En este sentido cabe destacar que por el momento no se ha comenzado a tomar medidas representativas.
Sin embargo también nos encontramos con una dificultad añadida, y es que por el momento no se conocen ejemplares que se hayan reproducido en cautividad, por lo que todo el proceso de recuperación apunta a que deberá llevarse a cabo en su propio hábitat.
Si queréis conocer otros animales en peligro de extinción catalogados por la UICN, os recomendamos que echéis un vistazo al artículo que hemos creado al que podréis acceder a través de este enlace.